En muchas empresas suele existir un perfil de
profesional de gran experiencia y calidad que en estos últimos años se ha visto
desbordado por culpa de la crisis. Así es, ese profesional ahora hace su trabajo y el de otros compañeros que han pasado a engordar las listas del paro, con lo que el empleador busca "ahorrarse" un dinerillo a costa de la
sobreexplotación del empleado que se queda.
¡Pero esto es productividad! O eso es lo que deben pensar tan orgullosos para enmascarar la presión y el aumento de horas trabajadas por parte del profesional, con el mismo salario (o menor)
y sin motivación alguna. Lo que creen que es un ahorro de dinero
acaba siendo una catástrofe a largo plazo.
Mantener esta situación límite durante mucho tiempo puede acabar provocando:
- estrés
- fatiga
- insomnio
- desidia
- desgana
- mal humor
- etc.
Y por supuesto todo esto
afectará al trabajo realizado por el profesional que sufra esta situación.
Por eso tan importante es la calidad del trabajo del experto como el propio experto, porque que no se nos olvide,
es una persona y no una máquina: si la persona no es feliz, no hará bien su trabajo. ¡Cuida a tus profesionales si de verdad quieres
ahorro y productividad!
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